viernes, 9 de marzo de 2007

Lo peor de buscar empleo

Manos a la obra. Buscar trabajo no es algo sencillo. Es más bien una de las tareas más agobiantes que existen. Y para acabar de arreglar las cosas, el nivel de incompetencia de alguna de la gente que trabaja en el sector es sorprendente.

Para empezar tienes que escribir un bonito CV. Luego buscar las ofertas. Una vez localizas una oferta debes informarte sobre ella. Leer entre lineas. Ver qué es exactamente lo que buscan. Entonces escribes tu carta de presentación, que no puede ser un modelo. Tiene que estar personalizada para la oferta, y si sale el nombre de la empresa debes informarte sobre ella, y decir que desde pequeño soñabas con trabajar para ellos.

Una vez te has pasado la tarde entera escribiendo la bendita carta la envías y en la mayoría de casos no recibes ni un triste correo de agradecimiento. A no ser que sea vía esas insufribles páginas de empleo online, no tienes ni idea si el correo electrónico ha llegado o no. Y luego el silencio. Es que no saben siquiera menos escribir una respuesta diciendo mentiras como "A pesar de que su CV es muy interesante, no coincide totalmente con el perfil que estamos buscando".

Pero lo peor es esa gente que ve tu CV online, te llama, no te dice la empresa que es su "cliente", te hace escribir una carta de presentación y luego nunca más se supo. Trabajan de eso! Que les cuesta tener un modelo de correo para dar las gracias por el CV y luego para decir que no te quieren? Claro, mientras quieren tu CV te tratan bien, porque si sales escogido ellos se llevan la comisión. Si luego ya no interesas, que te den. Así van las cosas.

viernes, 2 de marzo de 2007

Las uvas de las malas excusas

Para tener una empresa y que funcione, hay que tener talento. Eso se presupone. EL propietario de la empresa donde trabajo tiene un buen ingreso en beneficios. Se supone que tomará decisiones acertadas.

Recientemente, por unos cambios técnicos algunos procesos han quedado imposibilitados. Cuando he preguntado que cuándo vamos a poder utilizarlos de nuevo la respuesta ha sido "No vamos a utilizarlos más. De todos modos no servían de nada."

Me pregunto por qué me he pasado todo este tiempo siguiendo estos procesos si ahora resulta que no servían de nada. Esto se parece a la fábula de Esopo donde la zorra que no sabe cómo alcanzar las uvas se da media vuelta diciendo que están verdes y que no las quiere.